Pues eso, estamos en Canoa, un pueblo con una playa interminable que cuando baja la marea queda cubierta de miles de bichos que os juro que en nuestras tierras no tenemos... Peces globo, tortugas gigantes viejitas que vienen a morir a la playa para ser comidas por hordas de gallinazos (buitres feos que campan cual gaviotas), pelícanos, millones de cangrejillos morados y marrones que se esconden en sus huequitos en cuanto te aproximas, unas medusas pequeñitas y azules, parece ser que llamadas aguamalas, de cuya maldad da fe personalmente mi pie derecho, y la estrella de los animales... bautizada por nosotros como "la chirla asesina", de cuya crueldad da fe el pie izquierdo de Ernesto. Para que os hagáis una idea...
Je, je, ahora que lo veo parece la plancha de clavos de Man Ray.
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