jueves, 28 de julio de 2011
Laundry
Laundry vivía en una casita frente al mar. En la puerta de su morada había colocado un letrero con su nombre, usando para ese fin una letra divertida, desigual e intencionadamente infantil. Todas las mañanas, después de haber dado de comer a las aves de la playa -los gallinazos eran sus favoritos- Laundry tomaba las ropas de todos sus vecinos y se ponía a lavar. Así pasaba las mañanas y, a veces, las tardes. Después cenaba y se iba a la cama, con el pijama bien limpito y anhelando con impaciencia la llegada de un nuevo día para poder lavar la ropita de sus vecinos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
...que calma da leer sobre Laundry...
ResponderEliminar( en dos días partimos hacia Perú!!!)