Y en La Paz...

Pues en La Paz estuvimos muy bien, mejor de lo que esperábamos. El primer día fuimos a El Alto que, como su nombre indica, está en lo alto de La Paz, que está en una hondonada. Visitamos el mercado 16 de julio, lleno de gente, coches y piezas, tiendas de campaña, comidas, ropa, todo tipo de cosas que os podáis imaginar, compramos unos prismáticos de culo de botella y una tienda de campaña que ya estaba rota antes de ser fabricada.

Y después de esto... tachán... a la lucha libre de... ¡CHOLITAS!

¿Quién os gusta más? Bueno bueno, espectáculo a cucharones, los gringos estábamos delante, pagando 20 veces más pero en el lugar que le corresponde al color carne, primera fila... y las cholitas volando.

Lo que veis no es otra cosa que una cholita a punto de darle una patada voladora a este tipo:

Al salir de la lucha libre ¡estaba nevando! así, a oscuras, buscando una combi para bajar a La Paz, un frío pa morirse, pero satisfechos de haber cumplido con creces nuestra misión de chillar, jalear, insultar a los luchadores.

Después de esto, nada volvió a ser lo mismo en La Paz, la ciudad es caótica y está muy contaminada, y subir cuestas es penoso, por la altitud. Vimos una película que nos encantó: Blackthorn, rodada en Bolivia, sobre el imaginario retiro de Butch Cassidy en este país. Hasta Eduardo Noriega actúa bien, os la recomendamos. Así veis de paso el paisaje de este bello país, que no deja de ser un caos realmente caótico: